
Como es tradición desde los años 80, la noche del martes 25 de agosto puso punto y final a las Fiestas de Moros y Cristianos de Paterna 2015. El Rey Jaume I llegaba al palacio consistorial de la ciudad, acompañado de la Reina Na Violant, para aceptar la rendición del pueblo moro, en la representación emblemática de la entrega de llaves al monarca y el relevo de capitanías.
Ante centenares de comparseros, comparseras, vecinos y festeros, se representó una vez más el acuerdo pacífico entre moros y cristianos, tal como marca la tradición, una vez acabó el último desfile de sendos bandos.
Y es que Paterna fue una de las ciudades que, según explican los antiguos escritos, no llegó a alzar las armas durante la reconquista, sino que el entendimiento de ambos pueblos fue la clave para permitir la convivencia en igualdad de derechos amparados por el compromiso del Rey Jaume I.
Tras el parlamento, las comparsas Tayma y Artal de Luna pasaron el testigo de las capitanías a Piratas Berberiscos y Corsarios, quienes el próximo año tendrán la gran responsabilidad de capitanear ambos frentes en los desfiles de Moros y Cristianos de Paterna.
Con los estandartes, espadas y escudos en alto, todas las comparsas de Paterna vivieron esta noche intensa que alcanzó su punto álgido con el arriado de banderas y la interpretación de los himnos, que unieron en una sola voz a la gran familia festera de Paterna. Una imagen que, a imagen y semejanza del acuerdo pacífico, demostró una vez más la fuerte unidad festera de los moros y cristianos de la capital de l’Horta Nord.
En su 35 edición, esta representación muestra el “Así pudo ser” de este acuerdo pacífico, y cuyo texto original del párroco de San Pedro, Bernardo Aparisi, solo ha sufrido ligeras variaciones para ampliar su duración a principios de los años noventa, hasta su traducción al valenciano en la antesala del siglo XXI.
Así, año tras año, Paterna conmemora este triunfo de la concordia en el que los musulmanes se sometieron a la voluntad del Rey Jaume I, manteniendo sus derechos, lengua y costumbres equiparándose a los cristianos formando parte de un mismo pueblo. El broche de oro perfecto para poner punto y final a las fiestas de Moros y Cristianos de 2015.